San Juan de la Rambla es un municipio del norte de Tenerife que recibe cada año a un buen número de visitantes por su proximidad a la capital, su rico patrimonio artístico y su maravilloso entorno natural. Situado entre los municipios de La Guancha y Los Realejos, su paisaje combina barrancos y playa, con un ambiente relajado que invita a pasear por sus calles lejos de la masificación de los centros más turísticos de la isla.
Lugares que ver en San Juan de la Rambla
El entorno de San Juan de la Rambla es uno de los preferidos por los amantes de la naturaleza y el senderismo, tanto tinerfeños como foráneos, por sus muchas rutas que atraviesan espacios naturales protegidos como el Parque Natural de la Corona Forestal, el Barranco de Ruiz y parte del Parque Nacional del Teide.
La propia Villa de San Juan de la Rambla, su conjunto histórico, tiene la consideración de Bien de Interés Cultural, al igual que la Iglesia de San José, el Molino de Gofio del Risco de las Pencas o el barrio de Los Quevedos.
Otros lugares que encontrarás de gran interés son, por ejemplo, la Iglesia de San Juan Bautista y el barrio de las Aguas.
Te invitamos a un recorrido por esta tranquila y bonita localidad tinerfeña.
Molino de Gofio del Risco de las Pencas
Este sitio etnológico se encuentra en el margen izquierdo del Barranco de Ruiz, muy cerca del Mirador de Mazapé, en una zona conocida como el Risco de las Pencas. Se compone de dos edificaciones de planta rectangular y muros de mampostería y toba roja que formaban parte de una instalación hidráulica que estuvo funcionando hasta el año 1942.
También conocido como Molino de la Grieta o Molino de Ruiz, conserva en una cámara situada bajo el recinto principal la maquinaria con la que funcionaba el molino. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2007.
Casco histórico
El casco histórico de San Juan de la Rambla fue declarado Bien de Interés Cultural en 1993 y se caracteriza por sus tranquilas y encantadoras calles, muchas de ellas con inicio en la Plaza del Rosario Oramas, donde se encuentra la Iglesia de san Juan Bautista, la primera edificación del municipio, por sus otros templos, como la iglesia de San José y la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, y por una exquisita mezcla de ambiente rural y marino que enamora a sus visitantes.
No dejes de admirar la arquitectura civil del pueblo, con edificios tan atractivos como la Casa de los Alonso del Castillo o la Casa de los Delgado Oramas.
Además, en el casco histórico de la localidad puedes encontrar un buen número de restaurantes en los que disfrutar de la rica gastronomía canaria.


Iglesia de San Juan Bautista
San Juan de la Rambla fue fundada por el portugués Martín Rodríguez en los albores del siglo XVI, y fue este colono luso quien construyó este templo católico alrededor del cual fue creciendo la villa en los años posteriores.
Compuesta de dos naves de influencia mudéjar, en la principal encontrarás el presbiterio y unas capillas colaterales, y en la segunda podrás visitar las capillas de La Misericordia y del Rosario. La iglesia cuenta con unos retablos e imágenes de gran valor artístico.


Torre campanario de San Juan de la Rambla
Mención aparte merece la torre-campanario de la Iglesia de San Juan Bautista, todo un icono de la localidad, situada en su esquina norte. Cuenta con cuatro grandes relojes, uno por cada lado, que fueron añadidos a mediados del siglo XX.
Sus tres cuerpos están bien diferenciados y separados por boquetones. El primero va desde la base hasta el inicio del campanario, el segundo con cuatro vanos de medio arco en los que están instaladas las campanas ,y el último, el más elevado, donde se ubican los relojes.


Iglesia de San José
Situada en la calle Diecinueve de marzo, frente a la Plaza Domingo Reyes Afonso, esta sencilla pero coqueta iglesia construida en la segunda mitad del siglo XVIII es uno de los monumentos de San Juan de la Rambla que tienen la consideración de Bien de Interés Cultural.
En su interior puedes contemplar diversos tesoros artísticos, todos del siglo XVIII y XIX, como su Retablo Mayor, el púlpito, el órgano, una corona de San Pedro en plata repujada y, especialmente, una talla policromada de San José con el Niño, ornamentada con rocallas de oro.
Ermita de Nuestra Señora del Rosario
Este pequeño templo del siglo XVII pertenece en la actualidad a una hacienda de la familia Dorta Domínguez, por lo que es de propiedad privada. Construida en el siglo XVII, cuenta en su interior con un púlpito y un altar mayor en el que destaca una pintura de la Virgen del Rosario, a la que está consagrada la ermita.


Casa la Alhóndiga
Justo enfrente de la ya mencionada Casa de los Delgado Oramas, entre la Casa de los Capitanes y la Casa del Corregidor, se encuentra este edificio de dos plantas que en la actualidad es una dependencia del Ayuntamiento, del que llegó a ser sede, pero que desde su construcción en el siglo XVII ha desempeñado las más variadas funciones, como lugar de abastecimiento de trigo, escuela, cárcel o juzgado.
En la segunda planta es frecuente la celebración de diversos eventos y exposiciones culturales.


Monumento a los zapateros de San Juan de la Rambla
Discreto pero curioso monumento erigido a los zapateros del pueblo de San Juan de la Rambla. Como curiosidad, antiguamente San Juan de la Rambla llegó a contar con más de 20 zapateros y 2 fábricas de alpargatas, todo ello a comienzos del siglo XX.


Playa de las Aguas
Situada en el Barrio de las Aguas, es un bonito arenal de callaos de unos 120 metros de longitud y 10 de anchura en el que poder darse un buen chapuzón cuando se visita San Juan de la Rambla, aunque con algo de precaución porque las aguas tienen la bravura propia del océano Atlántico.
La zona de la Playa de las Aguas es la más turística del municipio, con un montón de buenos restaurantes, una zona de paseo y plazas de aparcamiento. El único pero es que la playa no cuenta con accesos para personas con movilidad reducida, pero el ayuntamiento tiene planes para su creación.
Barranco La Laja
A apenas cinco minutos en coche desde la Playa de las Aguas se encuentra el Barranco y el Charco de La Laja. La parte alta del barranco es un magnífico mirador desde el que observar las aguas del Atlántico, y desde allí bajan unas escaleras que te conducirán directamente al Charco de La Laja, un estupendo lugar para darte un baño en cualquier época del año, aprovechando la eterna primavera de la que disfruta Tenerife.
Piscinas naturales de La Laja – Charco de La Laja
El conocido como Charco de La Laja es una de las numerosas piscinas naturales que abundan en la isla de Tenerife, un bello rincón que ver en San Juan de la Rambla, y al que se accede por unas escaleras desde el citado Barranco de la Laja.
Aunque en las inmediaciones del barranco hay algunos bares y restaurantes, es recomendable que bajes a las piscinas con comida y bebida, ya que abajo no hay posibilidad de adquirirlas. Siempre puedes volver a subir las escaleras pero es un engorro, ya que son unas cuantas las que hay que bajar.
Los Quevedos
Declarado Bien de Interés Cultural en el año 2008, las construcciones de este barrio ramblero, unas quince, representan el mejor exponente de la arquitectura rural del norte de la isla. En general son edificaciones de una o dos plantas con gruesos muros de mampostería, contando las de doble planta con unas escaleras exteriores también de mampostería o de madera.
Uno de los mejores lugares de Tenerife para admirar la arquitectura canaria más tradicional.
Mirador El Mazapé
El espacio protegido del Barranco de Ruiz es la frontera natural entre los municipios de San Juan de La Rambla y Los Realejos, y es precisamente en este punto donde se encuentra el Mirador El Mazapé, uno de los mejores de la isla de Tenerife.
Inaugurado en 2005 como restaurante y mirador, sufrió un abandono desde el año 2011, hasta que el ayuntamiento de la localidad lo reconvirtió en un albergue rural que en la actualidad está pendiente de licitación.
Cuenta con un amplio parking y desde su ubicación se pueden contemplar algunos de los rincones más bellos del litoral norteño de Tenerife, como el propio Barranco de Ruiz, El Teide, la Corona Forestal o la Playa del Socorro, así como las localidades de Puerto de la Cruz e Icod de los Vinos, todo con la majestuosa presencia del océano Atlántico.


Son muchas las cosas que ver en San Juan de la Rambla, y buena parte de ellas suponen un viaje a las raíces tinerfeñas, alejadas del turismo de masas tan frecuente en otras zonas de la isla. Una pequeña delicatessen histórica, cultural y natural que bien merece una escapada.
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