¿Estás preparado para embarcarte en un viaje a uno de los lugares más sorprendentes y con encanto de Puerto de la Cruz? Bienvenido al Mirador de la Paz, un rincón paradisíaco que te dejará sin aliento y te regalará una vista espectacular que se grabará en tu corazón para siempre en tu visita a Tenerife.
Desde aquí, podrás contemplar el horizonte infinito, donde el cielo y el mar se encuentran en un abrazo eterno. El azul intenso del océano se mezcla con el blanco de las olas rompiendo en la costa, creando una estampa de ensueño. Cierra los ojos por un momento e imagina el sonido de las olas golpeando suavemente contra las rocas, el aroma salado del mar impregnando el aire y la sensación reconfortante del sol acariciando tu piel.
Vistas desde el Mirador de La Paz
En la calle Leopoldo Cólogan encontramos El Mirador de La Paz. El encanto de este mirador se encuentra tanto en las vistas que ofrece, como en los diferentes elementos de interés que hay en sus alrededores. Se sitúa en una bonita plaza frente a la Ermita de San Amaro y junto al Paseo de La Costa, la Finca La Paz y la calle de Agatha Christie.
Desde este emplazamiento, podrás disfrutar de una vista panorámica de la costa, incluida la playa de Martiánez.
Desde el Mirador de la Paz, también tendrás una vista privilegiada de la encantadora ciudad de Puerto de la Cruz. Podrás contemplar los tejados de las casas, los jardines exuberantes y los puntos de referencia más destacados, como la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia o el emblemático Lago Martiánez.
El Mirador de La Paz ha sido planteado en dos alturas diferenciadas. Desde la plaza puedes bajar unas escaleras y disfrutar de las vistas desde otra perspectiva. Se planificó al borde de los Acantilados, las Cuevas y la Ladera de de Martiánez. Desde aquí da comienzo el Sendero de la costa que transita todo el litoral portuense, el Barranco de La Arena y las Playas del Bollullo, Los Patos (recientemente habilitado su acceso) y el Ancón. Estas playas de arena negra contrastan con el azul intenso del mar. A lo largo del sendero, podrás apreciar la forma en que la costa se curva suavemente, creando calas y acantilados imponentes que ofrecen un espectáculo natural impresionante.
Dentro de la plaza, entre otros, encontrarás el busto de Agatha Christie. En esta zona vivió durante un tiempo la escritora inglesa y la belleza y tranquilidad de estos acantilados inspiró alguno de sus relatos, «El hombre del mar», que puede encontrarse dentro de su libro «El enigmático señor Quin».
Cómo llegar al Mirador de La Paz
Llegar al Mirador de la Paz es muy sencillo, ya que se encuentra ubicado en una zona céntrica de Puerto de la Cruz, en el norte de Tenerife. A continuación, te presentamos algunas opciones para llegar al mirador:
- En coche: Si dispones de un coche, puedes llegar al Mirador de la Paz fácilmente a través de la Carretera General del Norte (TF-5), que atraviesa la ciudad de Puerto de la Cruz. Si vienes desde Santa Cruz, toma la salida 32 para incorporarte a TF-31 en dirección al Puerto de la Cruz y luego gira a la derecha hacia la TF-312 (carretera de El Botánico). A partir de ahí, sigue por la calle Aceviño y la calle Castaño en dirección hacia la calle Leopoldo Cólogan Zulueta. Habrás llegado a tu destino.
- En guagua (autobús): Si prefieres utilizar el transporte público, puedes tomar la línea 351 de Titsa, que tiene parada cerca del Mirador de la Paz y conecta La Orotava con el Puerto de la Cruz. Otra opción interesante es tomar la guagua 103 desde Santa Cruz de Tenerife o la 30 desde el Aeropuerto Tenerife Norte.
- A pie: Si estás alojado en el centro de Puerto de la Cruz, podrás llegar al Mirador de la Paz caminando. La distancia a recorrer es corta y te permitirá disfrutar del encanto de las calles del casco antiguo de la ciudad.
En general, el acceso al Mirador de la Paz es fácil y cómodo, independientemente del medio de transporte que utilices. Una vez que llegues al mirador, podrás aparcar tu coche en el aparcamiento cercano y comenzar a disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece.
Puerto de la Cruz es un tesoro escondido que merece ser descubierto. El Mirador de la Paz es un lugar mágico que te invita a conectar con la naturaleza, a contemplar la belleza del paisaje y a encontrar la serenidad en medio del bullicio de la vida cotidiana. Es un regalo para los sentidos y un recordatorio de que, a veces, es necesario detenerse, respirar profundo y apreciar la maravilla que nos rodea.
