El municipio de Puerto de la Cruz, en el norte de Tenerife, está considerado la cuna del turismo canario y, en la actualidad, uno de los destinos preferidos por los millones de visitantes que recibe la isla cada año. Y no es de extrañar teniendo en cuenta la excelente oferta de ocio que ofrece esta localidad costera, con complejos tan populares como Lago Martiánez, Playa Jardín o Loro Parque.
Sin embargo, no todo el mundo sabe que Puerto de la Cruz cuenta también con un rico patrimonio histórico y artístico que hace aún más interesante visitar esta increíble ciudad turística: las iglesias de Nuestra Señora de Francia y de San Francisco, las ermitas de San Telmo y de San Nicolás de Tolentino, la Casa Amarilla y, por supuesto, el Castillo de San Felipe, una de las construcciones civiles más emblemáticas de la localidad.
Construido en el siglo XVII como fortaleza defensiva frente a los numerosos ataques piratas de la época, posee un exquisito estilo colonial con la mampostería como principal material de construcción. Durante el siglo XIX fue ampliamente reformado, siendo su aspecto fruto de dicha reforma. Desde 1949 está catalogado como Monumento Histórico Artístico.
Historia del Castillo de San Felipe de Puerto de la Cruz
Antes de ser uno de los grandes centros turísticos de las islas Canarias, la localidad de Puerto de la Cruz representaba un importante eje comercial de Tenerife, hasta el punto de ser conocida como “la llave de la isla”.
Esa riqueza comercial convirtió a la ciudad en un codiciado objetivo para los piratas y corsarios que rondaban el archipiélago durante el siglo XVII, una época conocida como la Edad de oro de la piratería. El Castillo de San Felipe se construyó a principios de ese siglo con el fin de atajar los posibles asaltos de los bandidos del mar.
El castillo sirvió de baluarte defensivo hasta el año 1869, cuando fue transferido al Ayuntamiento de la ciudad. Tras unos años de abandono, la fortaleza fue reformada casi por completo, pasando a tener diferentes funciones con el transcurso de los años: enfermería, leprosería, centro de tiro, restaurante…
A finales del siglo XX el castillo fue nuevamente remodelado, convirtiéndose en un importante centro cultural.
Usos actuales
El Castillo de San Felipe fue rehabilitado en el año 1993, pasando a ser uno de los principales centros culturales de Puerto de la Cruz. Además de por contar con unas magníficas vistas del Barrio de Punta Brava y de la popular Playa Jardín, los muchos eventos que se celebran en su interior han convertido al castillo en uno de los grandes reclamos turísticos de la localidad: conciertos, exposiciones artísticas, presentaciones de libros, jornadas de cuentacuentos…
La entrada al Castillo de San Felipe es gratuita, abriendo sus puertas de martes a sábado, con un horario de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
Cómo llegar al Castillo de San Felipe
El Castillo de San Felipe está situado en el nº 10 de la calle Luis Lavaggi, en la desembocadura del Barranco de San Felipe, a menos de un kilómetro del centro de Puerto de la Cruz.
Puedes llegar caminando hasta la fortaleza y centro cultural por la misma calle Luis Lavaggi o dando un agradable paseo por el paseo marítimo de las playas del Castillo y de San Felipe.
También tienes la opción de acercarte hasta el castillo utilizando el servicio de guaguas. Las líneas que pasan cerca de allí son la 30, 102, 353 y 363. La parada más cercana es la de Cementerio, a unos 150 metros y 3 minutos caminando. Otras paradas que se encuentran en las proximidades son las de Melchor Luz Pabellón y la de Puerto de la Cruz, ambas a unos 400 metros del castillo (unos 5 minutos andando).
Puerto de la Cruz está lejos de ser únicamente un destino turístico de sol y playa. Su rico patrimonio arquitectónico y artístico bien merece una visita, especialmente el Castillo de San Felipe, uno de los grandes centros culturales de esta maravillosa localidad tinerfeña.
